16 de enero de 2012

GRACIAS POR LA PROPINA... O NO?




A veces ocurren situaciones, que por cómicas,  absurdas y surrealistas, parecen sacadas del cualquier guión de una comedia de cine.

Esto me ocurrio en otra de las inefables Cena-Baile que se organizaban los sabados por la noche en el salón de banquetes del Hotel en el que trabajaba. Atendía mis tres mesas asignadas con una compañera en una noche que parecia ir todo rodado. Pasamos el Consomé, un Lenguado a la Meuniere y Solomillo con guarnición sin problemas y en perfecta armonia. Los comensales, que pertenecian todos al mismo grupo de una oferta de fin de semana por San Valentín disfrutaron animadamente de la musica entre plato y plato bailando en la pista ( lo cual nos facilitaba la recogida y el servicio, todo hay que decirlo). A la hora de presentar el Milhojas de Crema y Fresas de postre, nos repartimos las funciones y mientras mi compañera Jeanette servia los platos yo me dedicaba a pasar el cava uno a uno entre los comensales, (a diferencia del vino que dejabamos tres botellas en cada mesa).

En la tercera mesa, al servir a un señor bajito con la cara enrojecida del calor ( y del vino) con una flor en la solapa de la americana y una sonrisa contagiosa, me pasó un billete de 5€ con disimulo,  oteando a ambos lados y  casi susurrando ".- ¿esta bien así?" . Sorprendido por lo inusual, le dije  ".- Grácias, señor!", y seguí sirviendo. A los pocos minutos, el Maitre nos dijo que hiciesemos otro pase de cava por las mesas. Al llegar al caballero de la flor en la solapa (ya estaba algo mustia) se repitió la situación; yo le servia, el buscaba en el bolsillo y me pasaba otro billete de 5€ ( cosa que yo le agradecia), con disimulo por debajo de la mesa.

Por lo visto, el Maitre tenia excedencia de cava y decidió hacer un tercer pase. Al llegar a la mesa del caballero de la flor (... bueno, lo que quedaba de ella) volví a servirle esperando otra propina que engrosaria el botín a repartir con Jeanette, cuando el señor, me dice sacando un billete nuevo de 50€  ".- Lo siento pero no tengo más pequeño, ¿podria darme cambio?". Algo decepcionado (para que vamos a engañarnos) respondí ".- No se preocupe señor, no tiene importancia"., rechazando la propina, pero el señor insistió ".- No, no... cobrame ahora que luego no saldran las cuentas". Una lucecita se encendió en mi mente y comence a comprender. Aprovechando que estaba solo en la mesa (el resto de comensales estaban bailando como adolescentes en una fiesta de fin de curso) le comente que el cava no se pagaba a parte, que estaba incluido en el precio del cubierto, y con el mismo disimulo con el que el me lo dio, le entregue los 10€ con una sonrisa mientras el pobre hombre se quedo  un instante con la boca abierta ".- Aaaaaah..." y yo me apresure a llegar al office antes de soltar la primera carcajada.



(tal como vino..... se fue)

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