21 de marzo de 2012

LOVE and SEX IN THE BAR




Sin duda, el mayor de los inconvenientes que siempre le he encontrado a trabajar de Barman ha sido el de concertar la vida personal (afectiva) con el horario  intempestivo que sufrimos detras de las barras en los locales de copas.

Existe, desde siempre, la leyenda urbana de que el camarero es el que más liga del bar (que ilusos!) y que las camareras siempre estan rodeadas de admiradores; pero la realidad es más cruda, es diferente, es realmente grotesca.




Mientras que las camareras tienen que soportar los continuo ataques sexistas y miradas lascivas acompañadas de infinidad de improperios y proposiciones babeantes de toda clase de sátiros, con sobredosis de testosterona y estratosfericos indices de egocentrismo, macerados con descomunales reservas de material genético por falta de una sana válvula de escape; los camareros nos tenemos que enfrentar a los continuos acechos de alguna loba, pintada de más y vestida de menos que cree vivir en el país de Nunca Jamás con los amigos de Peter Pan, mientras que las chicas guapas e interesantes que pululan a nuestro alrededor como luciernagas, en realidad, nos utilizan lanzando todos sus cantos de sirenas, para conseguir las copas grátis y al final, salir del local colgadas del cuello de alguno de aquellos sátiros que cesaron de bregar en el intento con nuestras compañeras, (claro que siempre hay la ocasión de verlos a ellos del brazo de las lobas como tiernos corderitos camino del particular cadalso).

Visto lo visto, alguien pensara que la solución esta en unir vida social-sentimental-sexual-marital con la laboral, cierto? Craso error!...., las relaciones de pareja entre compañeros no siempre son lo fructíferas y satisfactorias  que se puedan esperar. Esta bien demostrado que los malos entendidos, los celos y las envidias a causa de una mirada, un comentario picante una caricia al servir o un beso lanzado al aire por puro coquetismo con la clientela y sin ánimo de más (o quizas si?) afloran y arraigan con tal fuerza que son capaces de demoler los pilares más fuertes que pueda tener Amor ( he sido testigo en demasiadas ocasiones).








 Alguien dijo "El amor sólo dura tres años", y la verdad es que en general no estaba muy despistado ( o quizas era camarero?). Yo mismo lo he sufrido en mis propias carnes, aunque... para ser sincero he de confesar que todo y siendo relaciones cortas, fueron intensas, sentidas, deliciosamente torridas, plenas y siempre sinceras.

Por otro lado, y cambiando de tercio, tambien estan los amores de barra. Un caso aparte. Normalmente ocurren en periodos vacacionales en las barras de verano, y por lo general siempre entre turistas extranjeras medio borrachas y toda suerte de acechantes varones nacionales seguidores de la antigua tradición heredada de aquellos estíos sesentones de Paella, Toros y Sangria. Son aquellos que nacen entre risas y conversaciones ininteligibles por falta de idiomas y suplidas con mucha mímica, acabando en revolcones sexuales entre las arenas de la playa con el culo sonriendo a la Luna y en contadas ocasiones (las más desagradables para los que nos hemos visto obligados a ser testigos accidentales) acodados en la misma barra del bar o discoteca, con el vaso en la mano y la cara enrojeida y fruncida por el esfuerzo.(patético..., patético y más que patético!).



(aún así, las esperanzas nunca se pierden)

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