20 de abril de 2012

APRENDE IDIOMAS ...O APRENDE A CALLAR!!



Me pidió otro ".- ...Bacardi con cola, jefe!!!...", encendiendo un Winston con un mechero de esos que abarrotan las mantas de los vendedores ambulantes en el paseo maritimo y que se iluminaba cada vez que lo utilizaba. Vestido con unos tejanos demasiado estrechos, una camisa floreada al más puro estilo Hawaiano y abierta para mostrar la pilosa personalidad de "Macho Alfa", deberia creerse el doble de Tom Selleck interpretando a "Magnum" y en realidad recordaba más al hermano mayor de Torrente.

".- A estas?... ya las tengo en el bote!!", me confeso entre rusticas risotadas, más propias de Paco Martinez Soria en esas peliculas en que parodiaba al pueblerino mañico que descubria a las turistas yeyes en un Torremolinos sesentero.



Las pobres victimas, dos holandesas de entre 25 y 30 años. La más alta, vestida con un short de algun viejo tejano y una camiseta blanca de finos tirantes que realzaba aún más un sugerente cuerpo de ebano, bailaba timidamente apoyada en la barra y sonriendome con coqueteria, como si no se atreviera a zambullirse en la pista, donde su amiga brincaba y se cimbreaba sin descanso enmarañandose la melena rubia en la cara por el movimiento desenfrenado y abandonando la orgia musical solo un instante para sorber con avidez por las cañitas, un vodka con Red Bull y volver de nuevo a la carga. 

El "Latín Lover" llevaba pagadas un par de rondas y volvio a pedirme lo mismo. ".- Ponles lo mismo a las niñas,.... y cargaditos, eh? que caen seguro. Estas putillas caen,... ya veras!".

Neske, (así se llamaba la preciosidad nordica de piel de ebano y ojos de menta), me lanzaba suplicas con la mirada para salvarla de las garras de semejante "Troll", en silencio y con sonrisas complacientes de compromiso hacia el pertinaz acosador y frunciendo el gesto cuando este, se dedicaba a bambolearse obscenamente ante su amiga, más interesada ella en bailar compulsivamente que en nada más.


Mientras preparaba las copas, me dirigi al sujeto y con disimulo le hice ver lo desafortunadas de sus declaraciones,    ".- A ver, hombre, ...tampoco hay que llamarlas así, ¿no?, si le oyesen..." intente mediar para bajar el tono soez y faltón del personaje. "Quita, quita... que estas no se enteran de nada! ... las muy putillas!". En ese momento, Neske, en un castellano casi perfecto, me dijo en voz alta desde su taburete. ".- Mejor no me pongas nada, que ya he bebido suficiente,...a que hora acabas?Te esperaremos", sonriendo coqueta y con una clara intención que me ruborizó solo de pensarlo.


Fueron 10 dias, pero tocamos el cielo y los aprovechamos al máximo .... Aún recuerdo la cara de bobalicón que se le quedo a aquel garrulo!!!

(Aprende idiomas, o aprende a callar)

3 comentarios:

  1. A eso se le llama suerte, Oskar.
    Un saludo.

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    1. La verdad es que creo poco en la suerte.... yo lo atribui más a la educación y el encanto. jajajaja

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