31 de enero de 2012

"CATEDRATICOS" DE BARRA.



Entre el amplio y variado elenco de asiduos bebedores de un bar, existen multitud de tipos de clientes: los solitarios, los timidos, los sociables, los lapas, los sibaritas, los chistosos, los salidos, los gorrones, los escandalosos, los "melobebotodo", los snobs, los fashion victims, etc, etc..., y entre todos, (cada cual con sus manías) al que realmente odio con repulsión, es al SABELOTODO, al CATEDRATICO, como le llamo yo.

Entiendase como cliente CATEDRATICO o SABELOTODO, a aquel que sabe más que nadie y por supuesto que el propio Barman. Es el tipico hombre (se dan muy pocos casos de mujeres, supongo que por su desarrollada inteligencia y educación?), que cuando pide un café, un combinado o un coctel, siempre le encuentra pegas a como lo elabora el Barman en cuestión y ademas, se precia de darle clases de como ha de hacerse y hasta, a veces, ridiculizarlo pretendiendo hacerlo el mismo con "... mira y aprende...".

Por norma, por educación y respeto, siempre me he callado ante ese tipo de aseveraciones "... en realidad se hace de otra manera...",o " si, bueno, pero para hacerlo bien, tienes que..." y por supuesto, " ... la manera correcta es..."; pero aquella noche me habia mordido demasiado la lengua y a la primera ocasión de devolverle la bofetada, no pude reprimirme de aprovecharla  (con elegancia,... siempre con elegancia).



Les servia un par de Gin Fizz mientras el les daba a sus amigos una conferencia de como deberia haberlo hecho en realidad con comentarios del tipo  "... aunque, bueno..., se podra beber, supongo.." entre risitas sarcasticas. Prepare un Ron Cuba Libre escuchando como se quejaba de que utilizara angostura (solo dos gotas) "...eso en realidad solo lo hacen para quedar bien, pero sobra..." decia de espaldas a la barra imaginando que yo no lo oiria; y acabe con dos Gintónics enfriando previamente las copas removiendo el hielo y decantando el exceso de agua, condimentadolos con unas virutas de pepino (que conseguia de una especie de maquina sacapuntas), macerandolos con un par de vueltas y añadiendo la tónica con suavidad ayudado por la cucharilla trenzada;  mientras el "catedratico" se vanagloriaba de erudito diciendo que en realidad lo del pepino era una moda absurda,  una tonteria innecesaria  y que la mejor manera era tirar la tónica agujereando la chapa con un punzon y provocar una erupción en la copa como hacian en no se que local de la capital, "... para que se mezcle mejor..." aseguro pomposamente.


En el momento de pagar, me alargó la mano con la Visa Oro, sin ni siquiera mirarme y siguiendo con sus  catedras de SUMMA CUM LAUDE en cocteleria dedicandole miraditas a una de las chicas del grupo que sostenia uno de los Gintónics entre sus manos.

Aprovechando la ocasión, mientras el datafono esperaba la respuesta, le explique a la atractiva muchacha y al grupo en general: ".- Para realzar el sabor de la ginebra he aderezado con virutas de pepino, cosa que le da más frescor y es, por otro lado, uno de los componentes de la destilación; y le he añadido la tonica con cucharita trenzada para no romper el carbónico de la misma y asi no desbravar la bebida y perder todo el encanto (como equivocadamente , algunos hacen por puro espectaculo). Espero que lo disfrute.",  con un intercambio de sonrisas y su aprobación. Seguidamente, me dirigi al "catedratico" y con el semblante neutro y vocalizando cada una de las palabras para que se me entendiera perfectamente, alcé la voz: ".- Su tarjeta ha sido denegada, caballero! ", provocandole un bochornoso chorreo de bromas de todo el grupo mientras yo paladeaba en silencio la dulce venganza .






(siempre hay sabios, sabiondos, resabidos y cagamandurrias)