Como un sabado más, una vez acabado el servicio de la "Cena-Baile" los clientes disfrutaban de los boleros, rumbas y pasodobles que aporreaba el muchacho del sintetizador mientras la minifaldillera gogó se contoneaba para deleite de varones y envidia de feminas.
Un caballero algo bajito y bastante rechoncho, con ese bigotito pintado a plumilla tan casposo se acerca sudoroso a la barra: ".- Ponme un SAN FRANCISCO, chaval, que ahora vengo!", me dice (casi me grita) mientras vuelve a los brazos de una señora embutida en unas mallas doradas y una blusa floreada, que parecia estar resoplando tras correr la Marathon. Al rato vuelve y le sirvo la bebida bien decorada con su sombrillita y todo. El paga, yo cobro y se aleja bebiendose el coctel de frutas, mientras yo sigo atendiendo a los clientes de la barra cuando me percato de que el señor esta esperando con la copa a la mitad y la cara seria . Cuando me acerco a preguntarle si hay algún problema con la bebida me reprende ".- Oiga, esto no es lo que yo le he pedido!". El Maitre se acerca a interesarse por el problema y el señor, muy ofendido reitera que yo no le he servido lo que el pedia, que esto no era serio, preguntandose porque le engañaba y casi pidiendo mi cabeza en una bandeja de plata! El Maitre me dice que le sirva al señor lo que ha pedido y disculpandose ante el cliente me amenaza con el consabido "Ya hablaremos".
Entre avergonzado y confuso vuelvo a preparar el SAN FRANCISCO y cuando voy a servirlo, el cliente, que no se habia movido del sitio como un perro de caza, comienza a levantar la voz con el tono triunfal del que ha adivinado donde estaba la pelotita del trilero: "Aha... lo ve? lo ve usted? otra vez queria escatimarme el vodka!"......... "Señor, el SAN FRANCISCO es un coctel de frutas SIN ALCOHOL" sentencio yo " ¿Quizas, lo que usted queria, fuese un JUDAS?"
(varios testigos de Alemania, La rioja, Valencia y Barcelona pueden dar fe de ello)