Recordando aquellas sublimes pastillas de chocolate negro rellenas de crema de menta que a veces degustaba con un expresso bien corto y amargo, se me ocurrió "inventar" un coctel especial para conquistar a la belleza negra de ojos verdes que no dejaba de sonreirme desde la esquina de la barra.
Quizas no sea muy original?... Puede que tampoco fuese una creación exclusiva?... La verdad es que tampoco me importo mucho, pero el resultado fue todo un acierto.
En una cocktelera Boston previamente enfriada, batiendo energicamente unos cubitos de hielo hasta conseguir la temperatura idónea y tras decantar el exceso de agua, añadí un ligero toque de crema de leche, 1 medida de Vodka, 2 medidas de Menta Blanca y 4 medidas de licor de Cacao.
".- ¿Que es esto?... ¿cómo se llama?" me pregunto sonriendo con la mirada. ".- ...le llamare Neske, por ti..." le dije, provocando el destello de su sonrisa y el dulce premio del beso de sus labios.