3 de marzo de 2012

ANTE TODO... MUCHA CALMA, POR FAVOR.




Ser Camarero es una profesión que se puede aprender en Escuelas y Academias de Hosteleria, con reputados y galardonados profesores,  Barman's, Bartenders, Mayordomos  y  Sommeliers que nos instruyan en teórica y práticas, en el buen hacer del servicio de comedor, en la perfecta manera de presentar el plato, en la elegancia y delicadeza a la hora de servir la bebida, en la correcta forma de abrir las botellas, en la exquisitez de vestir una mesa, en la correcta colocación de la cuberteria, la manteleria, la vajilla y la cristaleria, en la creación de una aceptable bodega, en la busqueda de creatividad e innovación personal en la confección de cocteles y combinados,  en el trato y la mesura correcta de confianzas a tener con los invitados, etc,etc,etc...

Por otro lado, tambien existe la posibilidad (cada vez menos frecuente, todo sea dicho), de que tal aprendizaje nazca de una propia inquietud por conocer, por saber el oficio; trabajandolo desde la posición del aprendiz. Pateando salas, salones y barras . Absorviendo las enseñanzas de las mismas fuentes y en el constante ejercicio de sus funciones. Trabajando codo con codo, con los "maestros", poniendo en práctica todas sus lecciones y asimilando, tanto sus conocimientos, como su estilo propio, moldeando así, aquel que nos hará distinguirnos como enseña personal, consiguiendo a su vez, comprobar in situ el satisfactorio resultado del trabajo bien hecho y ascender en nuestra categoria de especialización por méritos propios.

Tampoco se debe esperar que los camareros seamos especialistas en alergias alimentarias, o doctos maestros en la producción de destilados, "Gorilas" pseudo-agentes de seguridad, psicologos terapeutas, ATS's diplomados, graciosos cómicos, payasos infantiles, puericultores, videntes o metereologos sabelotodo. Somos Camareros, señores. Personas con una profesión dedicada al servicio de la hosteleria.

 Como muy bien me dijo un viejo mayordomo una vez, de cuya frase yo he hecho mi Mantra personal, "... Recordar bien que nosotros somos Sirvientes,  que no Siervos..." 




Independientemente, de si se ha "Estudiado" o "Trabajado" la profesión, es bien sabido que el trabajar de camarero no requiere de esfuerzos mentales sobrehumanos, o de una exclusividad sobre ciertos indices de inteligencia. Eso si, tan solo es necesario el espiritu de aprender, de querer saber, de interesarse por asimilar más cada dia y de un mínimo de agilidad mental para observar el entorno. Aunque no siempre ocurre, y cuando eso pasa, el cielo se desploma de golpe!!!.... como aquella noche en que, durante una sesión de prueba a una camarera nueva, una chica alta y estilizada, de dorada cabellera, unas uñas perfectamente alicatadas, exhuberante pecho y deliciosa cintura ceñida en un escueto y  elástico vestidito negro (muy mona ella), se acerca a mi en medio de la refriega de copas y sedientos clientes y me suelta, (con  un dulce acento porteño): ".- Me han pedido DOS JBCOLAS..., ¿eso que trago es?"  ¡¡¡¡ ... !!!!


(Lo juro ante las sagradas escrituras, señoria!!)